La relación deuda-ingreso hace referencia a la cantidad de ingresos que se destinan al pago de las deudas mensuales, incluyendo la hipoteca. Es importante tener en cuenta que las entidades financieras suelen establecer límites en la relación deuda-ingreso para otorgar préstamos hipotecarios. En este artículo se explicará con detalle en qué consiste esta relación y cómo puede influir en la obtención de una hipoteca.
«La vivienda es el puerto seguro de casi todas las personas, y la hipoteca es el medio por el cual se consigue llegar a ese puerto.» – Andoni Ortuzar, político español.
¿Qué es la relación deuda-ingreso?
La relación deuda-ingreso es un cálculo que se realiza para determinar la cantidad de ingresos destinados al pago de las deudas mensuales. Esta relación se expresa en porcentaje y se utiliza como criterio para evaluar la capacidad de pago de una persona.
En el caso de las hipotecas, la relación deuda-ingreso se refiere a la cantidad de ingresos que se destina al pago de la hipoteca en relación con el ingreso total. Por ejemplo, si una persona ingresa 3.000 euros al mes y la cuota mensual de la hipoteca es de 900 euros, la relación deuda-ingreso sería del 30%.
¿Por qué es importante la relación deuda-ingreso en la financiación hipotecaria?
La relación deuda-ingreso es una herramienta que utilizan las entidades financieras para evaluar la capacidad de pago de los solicitantes de una hipoteca. Si la relación deuda-ingreso es alta, es decir, si se destina una gran parte de los ingresos al pago de las deudas mensuales, la entidad financiera podría considerar que la persona no tiene capacidad de pago suficiente para asumir una hipoteca.
Es por ello que es importante conocer la relación deuda-ingreso antes de solicitar una hipoteca. Si la relación es alta, es posible que se deban tomar medidas para reducirla, como por ejemplo, pagar algunas deudas pendientes o buscar un trabajo que permita aumentar los ingresos.
¿Cuál es el límite de la relación deuda-ingreso en la financiación hipotecaria?
El límite de la relación deuda-ingreso varía en función de cada entidad financiera y del país en el que se encuentre. En España, por ejemplo, el Banco de España recomienda que la relación deuda-ingreso no supere el 35% de los ingresos netos.
Es importante tener en cuenta que, aunque algunas entidades financieras puedan aceptar una relación deuda-ingreso superior al 35%, es conveniente que esta no sea demasiado elevada, ya que podría comprometer la capacidad de pago de la persona a largo plazo.
¿Cómo se calcula la relación deuda-ingreso?
El cálculo de la relación deuda-ingreso es muy sencillo. Para ello, se suman todas las deudas mensuales, incluyendo la hipoteca, y se dividen entre los ingresos totales mensuales. El resultado se expresa en porcentaje.
A modo de ejemplo, supongamos que una persona tiene las siguientes deudas mensuales:
- Hipoteca: 700 euros.
- Tarjeta de crédito: 200 euros.
- Préstamo personal: 300 euros.
Y sus ingresos mensuales son de 2.000 euros. Para calcular la relación deuda-ingreso, se suman todas las deudas mensuales (700 + 200 + 300 = 1.200 euros) y se dividen entre los ingresos mensuales (2.000 euros). El resultado es del 60%, lo que significa que esta persona destina el 60% de sus ingresos mensuales al pago de las deudas.
¿Cómo afecta la relación deuda-ingreso a la obtención de una hipoteca?
La relación deuda-ingreso puede influir en la obtención de una hipoteca de varias formas. En primer lugar, como se ha mencionado anteriormente, las entidades financieras suelen establecer límites en la relación deuda-ingreso para otorgar préstamos hipotecarios.
Además, una relación deuda-ingreso elevada podría dificultar la obtención de una hipoteca con unas condiciones favorables. En este sentido, es importante tener en cuenta que, cuanto más elevada sea la relación deuda-ingreso, mayor será el riesgo que asuma la entidad financiera al conceder el préstamo hipotecario, lo que podría traducirse en unas condiciones menos favorables para el cliente, como por ejemplo, un tipo de interés más elevado.
¿Cómo se puede reducir la relación deuda-ingreso?
Si la relación deuda-ingreso es elevada, es posible que se deban tomar medidas para reducirla antes de solicitar una hipoteca. Algunas de las medidas que se pueden tomar son las siguientes:
- Pagar algunas deudas pendientes: si se tienen deudas pendientes, es recomendable pagarlas antes de solicitar una hipoteca.
- Aumentar los ingresos: buscar un trabajo que permita aumentar los ingresos es una buena forma de reducir la relación deuda-ingreso.
- Reducir los gastos: reducir los gastos mensuales también puede contribuir a reducir la relación deuda-ingreso. Para ello, se pueden implementar medidas como ahorrar en la factura de luz o gas, reducir el gasto en ocio o buscar alternativas más económicas para la compra de alimentos.
Preguntas Frecuentes
¿Por qué es importante la relación deuda-ingreso en la financiación hipotecaria?
La relación deuda-ingreso es importante en la financiación hipotecaria porque las entidades financieras la utilizan como criterio para evaluar la capacidad de pago de los solicitantes de una hipoteca.
¿Cuál es el límite de la relación deuda-ingreso en la financiación hipotecaria?
El límite de la relación deuda-ingreso varía en función de cada entidad financiera y del país en el que se encuentre. En España, por ejemplo, el Banco de España recomienda que la relación deuda-ingreso no supere el 35% de los ingresos netos.
¿Cómo afecta la relación deuda-ingreso a la obtención de una hipoteca?
La relación deuda-ingreso puede influir en la obtención de una hipoteca de varias formas. En primer lugar, las entidades financieras suelen establecer límites en la relación deuda-ingreso para otorgar préstamos hipotecarios. Además, una relación deuda-ingreso elevada podría dificultar la obtención de una hipoteca con unas condiciones favorables.
Conclusión
La relación deuda-ingreso es un factor fundamental que se debe tener en cuenta en la financiación hipotecaria. Es importante conocer esta relación antes de solicitar una hipoteca para garantizar que se dispone de una capacidad de pago suficiente y evitar posibles problemas a largo plazo.
Es recomendable que la relación deuda-ingreso no supere el 35% de los ingresos netos. En caso de que la relación sea elevada, se pueden tomar medidas para reducirla antes de solicitar una hipoteca, como por ejemplo, pagar algunas deudas pendientes, aumentar los ingresos o reducir los gastos mensuales.
En definitiva, la relación deuda-ingreso es un concepto clave en la financiación hipotecaria que puede marcar la diferencia entre una decisión acertada y una equivocada. Por ello, es importante conocerla y comprender su importancia para garantizar una gestión financiera responsable y efectiva.